Presidenta del CERMI Ceuta, su alto grado de compromiso e implicación con el tejido asociativo y su lucha por la mejora de las condiciones de vida de las personas con discapacidad han sido fundamentales a la hora de asociar el nombre de Medina al de este galardón. “Es una mujer ceutí que representa valores humanos de sacrificio personal, de lucha por la promoción de las personas con discapacidad y que ha llevado su trabajo y su esfuerzo por encima de lo que pudiera esperarse de una persona que vive con la enfermedad y cuyas iniciativas han ido siempre más lejos de lo que pudiera considerarse como un compromiso personal”, subrayó el jurado en su fallo.

 

Desde que se hiciera público su galardón, han sido muchos los que le han mandado sus felicitaciones, incluido el presidente de la Ciudad, Juan Vivas. “Cuando me llamó le pregunté si me lo habían dado por ser tan pesada y su respuesta fue que en un 50% sí, pero que siga así de guerrera y reivindicativa”, comenta.

 

Pero de todas las llamadas recibidas la que más la ha emocionado fue la de su sobrina Noa, una pequeña de cinco años que telefoneó a su tía para decirle: “Tita, me ha dicho papi que te han dado un premio…. Me alegró por tí”.

 

Medina ha convivido casi toda su vida con la enfermedad del lupus, de la que fue diagnosticada con apenas 12 años a pesar de lo cual se ha convertido en un ejemplo de resistencia y lucha contra esta dolencia.

 

Las largas estancias en el hospital no le impidieron estudiar y diplomarse en Turismo, donde trabajó antes de ser trasplantada de riñón en 2001 tras una crisis renal. Se sometió a diálisis y conoció en primera persona los problemas de los enfermos renales. Esto la hizo involucrarse en el movimiento asociativo de Ceuta, presidiendo desde sus inicios la asociación Alcer para la lucha contra las enfermedades de riñón. En diciembre de 2006 se hizo cargo, además, de la presidencia de CERMI Ceuta, hasta mayo de 2012.

 

Promovió la creación de varios órganos en la ciudad, como la Comisión de la Discapacidad, la inclusión de cupos para personas con discapacidad en los planes de empleos y los primeros pasos para lograr una ciudad más accesible e inclusiva. Retomó la presidencia del CERMI en 2016, periodo en el que ha continuado incorporando a esta entidad en la amplia mayoría de los foros sociales, consiguiendo que la discapacidad sea tenida en cuenta en todos los órganos de decisión de la ciudad.

 

Aunque reconoce que se han producido avances, también es crítica al añadir que “estas mejoras van despacio” por lo que “hay que seguir luchando y reivindicando, ojalá no hubiera que hacerlo porque eso sería señal de que ya se ha conseguido hacer visible la discapacidad”.

 

Asegura que este premio no la va a hacer variar un ápice en su lucha por la discapacidad y se muestra tajante al señalar que “seguiré tan peleona y reivindicativa como he sido siempre”.

 

El día de la entrega del galardón tiene claro a quien recordará y dedicará este premio: “a mis padres que ya no están aquí, a mi familia y a todos y cada uno de las personas que integran el CERMI”.

 

El Premio María de Eza consiste en una escultura, obra de la reconocida artista Elena Laverón, en cuya base aparecerá el lema ‘María de Eza año 2019’ y un diploma acreditativo en el que se hace expresa mención de los méritos que motivan su otorgamiento. Se entregará el 8 de marzo en un acto público coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer.

 

Este galardón se creó para distinguir, reforzar e incentivar la labor desarrollada por las mujeres ceutíes en cualquier ámbito y se eligió el nombre de María de Eza por ser esta la primera gobernadora en la Plaza de Ceuta, cargo que ocupó entre febrero de 1548 y julio de 1549.